miércoles, 26 de agosto de 2009

Un pequeño problemita


Dentro de todo, con Mauro teníamos valores morales bastante parecidos. Pero había una cosa fundamental en la que jamás nos pudimos poner de acuerdo. El futuro. Miles de veces, le decía que a mí me gustaría tener una familia en alguna etapa de mi vida. Él me contestaba que no se imaginaba siendo padre porque las familias tendrían que estar compuestas de hermanos, solamente. Claro, imagínense con esa manga de locos de padres y hermanos era lógico que el flaco no quisiera tener nada.

Les reconozco que yo recién me estaba estabilizando laboralmente en la obra social, alquilaba el depto, no vivíamos juntos, es decir, yo tampoco quería tener hijos en ese instante pero siempre me imaginé siendo madre.

Muy adentro mío, también pensé que cuando creciera un poco, iría a cambiar de opinión. Sobre todo, cuando la Rata tuviera chicos.

La verdad es que lo había visto interactuar con nenes pocas veces, pero en esas oportunidades observé que los trataba igual que a perros, apenas los tocaba. Pongo el ejemplo de los perros porque tampoco le gustaban.

En una oportunidad, mi amiga Clara, que estaba recién casada y con un hijo fue a Mar del Plata a visitarme. Le daba de comer al nene y Mauro se sentó al lado. El nene, jugando (obvio es un nene) tiraba el repasador y Mauro lo levantaba. Se lo tiró como 10 veces. Al rato salimos y mi novio despacito me dice “casi lo mato al pendejo, ¿Viste como tiraba el repasador?” Me armé de paciencia y le expliqué que era un juego, que era una forma de interactuar con él. Jamás lo entendió, a él sólo le pareció un borrego maleducado.

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